¿Qué más nos falta ver antes de ir a un mundial?

Todas las mañanas suelo revisar la prensa escrita, la web y demás. Más que nada antes de escribir esto quisiera tratar de entender, si alguna vez alguien pensó en no relacionar la vida pública con lo que hay detrás de una figura futbolística, o deportiva en general; digo, ellos también tienen una vida privada, una familia, una carrera que cuidar.

Muchos opinan y hasta se otorgan la potestad de decidir acerca de los jugadores y las sanciones que podría determinar la federación en el actual tema de indisciplina, del cual muchos ya tenemos conocimiento.

Oír de Farfán, Manco y Galliquio, a estas alturas, ha construído (y gracias a la prensa) una imagen desmesurada de indisciplina capaz de generar en aquellas personas que todos los días leen un periódico, o navegan en internet o simplemente comentan en sus centros laborales, una idea de ira y hasta rencor por los sujetos que "mancharon al país".

El suceso en Panamá, para muchos, y en especial para quienes les llegó la noticia del "hincha" que fue a alentar a la selección al Rommel Fernández y que más tarde vendió fotos a los medios, parece darles cierto alborozo que a la vez origina opiniones totalmente destructivas a nuestra, supuestamente, amada blanquirroja.

Ya pasaron 28 años y algo más y continuamos siendo seguidores de cualquier otro país ya que el nuestro no está en el mundial, pero eso es de menos importancia cuando un jugador se escapa de la concentración después de un partido.

Para quienes aún desean a ver más triunfos y menos escándalos, debemos en primer lugar y más que nada cuidar esa camiseta y a esos "juergueros" como torpemente los llamamos, no tenerlos como empleados: ídolos cuando juegan y meten goles, inútiles cuando no lo hacen.

Yo quiero ver a Perú en el mundial, lo triste y como ya determinó Markarián, no veremos a estos tres mientras él sea DT de la selección, la sanción ya está puesta; se quiera o no, cada uno de ellos aportó su granito de arena en esos goles que cada uno de nosotros gritamos. Ojalá y no nos falte vivir más problemas antes de volver a ver a Perú en un evento mundial y por ahora, a olvidar lo sucedido.